Una ocasión especial requiere un regalo especial y con un envoltorio especial. Y cuando alguien celebra sus cuarenta años la ocasión es realmente especial, ¿verdad? Hoy os muestro cómo envolví un regalo para un amigo que celebró su cuarenta aniversario.
Como siempre os digo, cuando hacemos un regalo para un chico lo mejor es mantenerse en un estilo sobrio y limpio y con una paleta de color neutra. En este caso escogí unos papeles de Tilda con un estampado de topos por una cara y con un patrón repetido de topos, flores y pajaritos por el otro. A priori no es nada masculino, pero al ser en colores tostados y azules y al mantener el diseño muy depurado conseguimos ese toque de masculinidad.
El sobre está hecho a medida (ya sabéis cómo, ¿verdad?) y le puse un cierre parecido a la de la caja-carpeta para fotos. La tarjeta es muy sencilla, solo una hoja de cartulina enmarcada con papel decorado y un par de círculos con ojales metálicos para adornar. El regalo era algo que sabíamos que le haría especial ilusión y que envolví con papel vegetal y un círculo como cierre. Como toque final un cordón cerrando el sobre y un par de círculos con su inicial colgados del lazo.
A este sobre lo acompañaba un pequeño libro de firmas, pero eso os lo enseñaré mañana.
¡Feliz miércoles!
