19 de junio de 2013

Una bolsa de regalo

A veces empaquetar un regalo grande y sin forma definida es todo un reto, ¿verdad? En esos ocasiones viene muy bien echar mano a las bolsas de papel, y más si como en este caso se trata de una bolsa reciclada.


Para envolver mi regalo, como siempre a última hora, rebusqué en el arsenal de bolsas que guardo hasta que encontré una de color craft y sin ningún dibujo (¡Bingo!). Puse el regalo dentro y cerré la bolsa, no sin cierta dificultad, con la socorrida y bonita washi tape y una cinta azul de raso.


Después, para adornarla un poco le puse un poco de tinta en spray y creé una etiqueta a juego con cartulina crema, más tinta en spray, una pegatina, una letra adhesiva, washi tape y un troquel de flor.


Por supuesto, el paquete no duró vivo más de 30 segundos una vez entregado a su destinataria que disfrutó de lo lindo rompiendo la bolsa para ver lo que había dentro...

¡Feliz miércoles!